Es un espacio para la reflexión y todo tipo de manifestación cultural y artística siempre y cuando sea respetuosa de la dignidad humana y de los valores mínimos de la libre expresión bajo una concepción democrática. Advertencia:El vocabulario que uso se encuentra en cualquier diccionario Larrousse, no recurro al diccionario de la R.A.E. más que cuando concurso en España, porque este diccionario me resulta siempre obsoleto y anquilosado,limitante y limitado.
BIENVENIDOS
POR RAZONES AJENAS A MÍ Y POR CAMBIOS EN LA POLÍTICA DE PRIVACIDAD DE BLOGGER ,MI OBRA POÉTICA "DECLARACIÓN" HA SIDO CENSURADA Y VETADA UNILATERALMENTE POR EL ADMINISTRADOR DE ESTE SITIO. MI POEMA PUEDE SER LEÍDO EN :http://www.poesiasolidariadelmundo.com/2015/02/declaracion.html?spref=fb O EN http://www.mundopalabras.es/poesia/declaracion-2/
POR CONSIDERAR QUE LAS ÚLTIMAS DISPOSICIONES DE GOOGLE EN BLOGGER PARA CENSURAR LA PUBLICACIÓN DE CONTENIDOS EN LOS BLOGS ,ATENTAN CONTRA LOS MÁS ELEMENTALES DERECHOS CIUDADANOS COMO LA LIBERTAD DE OPINIÓN,DE EXPRESIÓN Y DE CONCIENCIA, ME PERMITO INFORMAR QUE ESTÁ ES LA ÚLTIMA PUBLICACIÓN DE MI OBRA EN ESTE ESPACIO VIRTUAL.Uno de mis nuevos blogs en donde pueden encontrar mis obras es:http://elreinodeldragon.blogdiario.com/1427218723/
y en https://elreinodeldragon.wordpress.com/author/jorlineya64/
MUCHAS GRACIAS A TODOS MIS LECTORES..QUIENES DESEEN CONTACTARME PUEDEN HACERLO EN EL SIGUIENTE CORREO:
JORGE LINEYA(aestrel20@gmail.com)
BLOOGER INSISTE EN CENSURAR EL TEXTO DE MI POEMA "DECLARACIÓN" A SABER LOS VERSOS:10,18,23,25,26 y 44 DE MI OBRA.EL ÚNICO CAMBIO QUE YO LE PUEDO HACER A CUALQUIERA DE MIS OBRAS ES EL QUE NAZCA DEL ERROR,BUSCANDO CORREGIRLO (SEA UN ERROR GRAMATICAL O DE SINTAXIS POR EJEMPLO ) DE LO CONTRARIO TODO SE QUEDA COMO ESTÁ.Y EN ESTE CASO ..TODO SE QUEDA COMO ESTÁ.Si mis publicaciones aquí se ven mal presentadas o defectuosas no es mi responsabilidad tampoco yo sé porque está pasando eso.
BLOOGER INSISTE EN CENSURAR EL TEXTO DE MI POEMA "DECLARACIÓN" A SABER LOS VERSOS:10,18,23,25,26 y 44 DE MI OBRA.EL ÚNICO CAMBIO QUE YO LE PUEDO HACER A CUALQUIERA DE MIS OBRAS ES EL QUE NAZCA DEL ERROR,BUSCANDO CORREGIRLO (SEA UN ERROR GRAMATICAL O DE SINTAXIS POR EJEMPLO ) DE LO CONTRARIO TODO SE QUEDA COMO ESTÁ.Y EN ESTE CASO ..TODO SE QUEDA COMO ESTÁ.Si mis publicaciones aquí se ven mal presentadas o defectuosas no es mi responsabilidad tampoco yo sé porque está pasando eso.
BIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR:
Como autor mi seudónimo es Jorge Lineya: el apellido Lineya es una suerte de anagrama del nombre de mi desaparecida compañera Anyeli q.e.p.d ( 1966-1998) quien me apoyó en vida en mis inclinaciones literarias mecanografiando muchas de ellas y a quien le quise hacer un homenaje dejándola hacer parte de mí, como escritor.Como autor mi obra narrativa ha sido publicada en medios virtuales como la Revista Axxón ciencia ficción(http://axxon.com.ar/ en Argentina) ,donde se me publicó inicialmente como resultado de un concurso literario promovido por esta revista y cuyo premio era la publicación de las obras seleccionadas por el Consejo Editorial de la misma, siendo así como noviembre 2009 se publicó allí, mi obra GRAFFITI en su número 201.Posteriormente como colaboraciones en esta misma publicación han aparecido mis obras en las siguientes ediciones : en noviembre de 2009 LA ORDEN (MICRO) número 202; EL MINOTAURO(MICRO) en 2010 , número 204; EL REBELDE y GATO (MICROS) en octubre de 2010, en el número 211; NEMÉSIS (CUENTO) en agosto de 2012 en el número 233 ; y en septiembre de 2012 COSTUMBRE(CUENTO) en su número 234.Soy parte también en Argentina de un publicación llamada “TRIPLE C Cofradía del cuento corto” (http://triple-c.ning.com/) donde los autores auto-publicamos y nos sometemos al escrutinio de los cofrades. En este blog he publicado: 29 poemas y 26 obras narrativas entre cuentos, relatos y micros.
Recientemente en febrero de 2014 se me ha publicado en la revista COSMOCÁPSULA(http://cosmocapsula.com/ en Santiago de Cali) donde mi obra "El aprendiz" hace el debut de mi narrativa en territorio colombiano(aunque sea virtual),en un espacio ajeno a mí.
Tengo una novela (COMUNIÓN) sobre mis experiencias en mi vida militar durante la prestación del servicio obligatorio.Soy nacido en Cali,Colombia.Las publicaciones en físico de mi obra se han dado así: en El Premio Algazara convocado por la Editorial Hipalage en España en 2010 , se escogió el micro “Graffiti” (de entre 878 textos que llegaron) para publicarlo en un libro con el título “Cuentos Alígeros” con otros 326 seleccionados. Este mismo micro ganó en 2013 un nuevo premio de publicación en físico en e l concurso “Porciones del Alma” de la editorial(¿) Diversidad Literaria también en España(¿).Tengo en mi haber, un total de sesenta(60) obras registradas en la Dirección Nacional de Derechos de Autor de Colombia,entre narrativa,poesía y prosa.
Mi obra poética por su parte ha tenido acogida igualmente en España en la página "POESÍA SOLIDARIA DEL MUNDO" (http://www.poesiasolidariadelmundo.com/) que dirige en buena hora, FERNANDO SABIDO SÁNCHÉZ.
Escribo para ser leído ,no para ser aplaudido.Muchas gracias por su lectura.
viernes, 17 de agosto de 2012
viernes, 3 de agosto de 2012
CAPERUCITY
“Dos cosas quiere el hombre auténtico:peligro y juego.Por ello quiere él a la mujer,como el más peligroso de los juguetes”.Friedrich Nietzche
A Paula Ruggeri
Llegó vestida de rojo hasta los
pies, luciendo un ceñido traje de cuero (que parecía fundirse en su
piel como un largo tatuaje) y unas atractivas sandalias de
correas y tacones altos, que la hacían ver como la reina de la
noche, resaltando las formas de ese cuerpo voluptuoso y joven: la suma perfecta
de las más provocadoras exuberancias tan auténticas y naturales
como sólo las pueden tener, sin conseguirlas en un quirófano pagado, las
muchachas de los barrios obreros, las mismas que disfrutan gastándose en ropa
el dinero que no tienen, ni se ganan trabajando: debiendo
hacer pingües sacrificios para lograr gozarse como Dios manda y con quien sea,
una noche de discoteca durante el fin de semana.
Tapada la cabeza por la única prenda en
fibra natural de su ropa ( la caperuza de una roja capa de seda, que le cae sobre
las caderas)se mezcla con el gentío que invade la pista de baile, a esa
hora iluminada confusamente por centelleantes luces estroboscópicas
y cercada por coloridas nubes de humo falso, que le crean la atmósfera perfecta
para poder moverse, seductora y sensual, entre la bruma de un
fingido ensueño, exhibiendo la gracia de una inquieta y tentadora
mariposa de alas púrpuras que no quiere pasar desapercibida para
nadie.
El D.J mezcla los sonidos y los ritmos
magistralmente, mientras alguien la mira del otro lado. El tipo se le acerca
después de varios cruces de gestos y miradas
insinuantes entre ambos (inequívocas señales de un reciproco
interés). En la barra del bar la pareja se dedica a intercambiar palabras
y sonrisas, mientras agotan lentamente sus cócteles. Luego
salen ambos a abordar el carro del hombre,
camino a su casa de soltero enclavada (según le comenta) sobre
una de las lomas que rodean la ciudad, en uno de los más exclusivos barrios del
sur de Cali.
—Me llamo Lon Chaney Wolf — le dice
con la mirada fija en la carretera, sin soltar el volante, evidenciando el
acento y el engreimiento de quien vive convencido que su nombre foráneo y
rebuscado, lo hace instantáneamente una estrella de Hoollywood.
—Lo de “che” a secas lo inventé para
evitarme la odiosa comparación de mi apellido, con el nombre una banda de
música salsa neoyorquina que detesto: yo odio la salsa tanto como al soul y al
blues.
—El mío, no es Lon—le responde ella con
parquedad, oteando con apócrifo interés, el mundo que pasa
apresuradamente afuera, por la ventanilla del Peugeot.
Al oírla, Wolf no puede evitar reírse con franca prepotencia:
—Tu nombre es lo que menos me importa
bombón, no conocer más de ti nos facilita las cosas a los dos. Para mí eso es
algo menos en que pensar y de qué preocuparme — dice insistiendo
en mirar sin pudor y con manifiesta lascivia, las desnudas y atesadas
piernas de su pasajera, las cuales hacen que afine
su olfato a un extremo animal, para lograr percibir el tibio olor que le llega
desde el secreto lugar que resguardan esos muslos firmes y apenas
entornados: un aroma que lo excita y le dilata las pupilas haciéndole sentir el
torvo poder del deseo que empieza despertar sus oscuros y primarios instintos:
— ¡Aaaah! ¡Hummm! — que olor delicioso—exclama
aspirando con fuerza y ganas, el aire que lo rodea.
Cuando llegan, sin tener que salir
del automóvil, la pesada reja de hierro forjado de la mansión se abre
automáticamente, sin ruido, con la magia del control remoto que el conductor
oprime desde su silla.
El valle desde la cima y bajo la sombra
nocturna y tenue, parece el olvidado lecho donde cunden las
brasas dejadas por un reciente incendio que aún se
apaga, ilusión que crea el oblongo juego luces artificiales y
estáticas tendidas a lo largo y ancho de la explanada, brotando de
casas y edificios igual de quietos y tranquilos a esa altura del día.
Al entrar a la sala, el ámbito aparece
iluminado por bombillas blancas que cuelgan del techo en
ostentosas lámparas de cristal de baccarat, inundando de una luz matinal
hasta el último rincón del recinto:
—Ponte cómoda y
admira ese paisaje de postal que tengo para ti — casi le ordena a su
invitada, mostrándole el rectángulo de la ventana panorámica que empieza a
subir su persiana empujada por un nuevo mando, cuyo botón oprime el
orgulloso dueño de casa, haciendo que el leve zumbido del sistema
automático sea lo único que quiebre el sólido silencio del lugar.
Al percibir la luna descubriéndose
en tajos argentinos tras el manto sutil, hecho jirones de leve oscuridad,
que la cubren pobremente en el cielo; pero adivinándola aun así redonda,
brillante y repleta como la espera tras de las turbias nubes, Wolf
sonríe burlón y seguro, mientras la desprevenida mujer le da
la espalda (exquisitamente expuesta para conseguir un instante de mórbida
seducción):
—¿Sabes para qué te he traído hasta acá,
hermosa?— le pregunta a la muchacha que se entretiene absorta, atalayando el
paisaje, mientras el cuerpo de su anfitrión sufre rápidamente la
monstruosa mutación que le causa el plenilunio: cubriéndose
de pelo animal, convirtiendo sus mandíbulas en fauces de bestia
y sus manos en un par de garras poderosas, en tanto su
elegante ropa se hace harapos al ser rasgada por la salvaje fuerza del
acelerado cambio que lo embiste, hasta completar su aberrante metamorfosis de
lobo nocturno.
Ella no se digna a mirarlo pero le
contesta, mientras lo oye cesar bajo y casi gruñir:
—Claro— a lo que traen siempre los
malditos perros como vos a doncellas como yo. A qué más va ser, pues a
comerme ¿cierto?
Contesta mirando el amplio vidrio donde
ha estado vigilando impasible y atenta, el casi silencioso rito
del disimulado depredador al tiempo que con sus dedos
bajo la falda, se busca cerca de las bragas la funda amarrada al muslo,
saca el arma que guarda ahí(un Smith and Wesson, calibre 38 corta) y se
voltea tan rápido como puede, apuntándola con una sola mano contra
el licántropo, cuya maligna presencia ha desterrado al galante
caballero que la llevó hasta allí, sólo para dejarla a merced
de este demonio acechante, que la
mira como una presa fácil y quien
ahora siente la súbita descarga cerrada y estrepitosa, de la provisión de balas
que lo esperaba lista dentro del cilindro, resignándose a
mirar cómo le llegan los proyectiles que lo acribillan, sellando su
desgracia definitiva, con los ojos tan plenamente abiertos como nunca espero
tenerlos el maldito día de su muerte. Los estertores de la agonía le alcanzan
para ver como esta inesperada asesina, se le acerca a su tirado
cuerpo exangüe para hablarle:
—Son de plata — le dice ella mirando el
revólver con el que aún lo señala; las balas quiero decir. De plata pura
y pesada. A vos no te gusta la plata, pedazo de mierda, pero a mí sí, y me
hace mucha, pero mucha falta sabés, maldito feminicida hijo de puta.
Le habla apenas inclinándose rebosante de sensualidad y belleza, sin dejar de apuntarle mientras le vacía los bolsillos y le saca la cartera con las tarjetas de crédito y el efectivo( un apretado y grueso haz de billetes verdes), justo cuando el monstruo que la amenazaba hace unos segundos se borra lentamente como una sombra del cuerpo Wolf, dejando abandonado ante su ojos a un inocuo hombre desnudo que la mira sin odio, desangrándose adolorido sobre la alfombra.
—Adiós nene — le dice, ahora que le
apunta a su cabeza desde su erguida e imponente altura, para descargarle sin
una brizna de piedad, el definitivo disparo de gracia.
Después del estruendo, los ojos
de Wolf dejan de mirar.
Cantando una ronda infantil sobre niños
que juegan en el bosque mientras el lobo está, una sonriente caperucita sale
por la puerta sin dejar de contonearse, moviendo cada centímetro de su
despampanante y seductor cuerpo de diosa mestiza, que
tiene entre los cazadores de monstruos urbanos, la bien ganada fama
de ser una de las mejores carnadas para hombres-lobo de la ciudad. Cuando
baja las escaleras hacia el garaje; abre sin mirar su bolso, saca el
celular que suena desesperadamente y lo contesta:
—Uno menos y uno más en la
lista—le dice a quien la oye.
La Calle Quinta en carro ajeno es un
buen lugar para transitar cuando llueve, piensa mientras conduce el
Ferrari que escogió entre la ostentosa colección de autos que almacenaba
Lon el idiota: el primer aparato de su clase que cruza por estas calles,
deslizándose como un relámpago rojo por la pista ennegrecida bajo la
oscuridad de la noche y que ahora es tan absolutamente suyo como la
muerte de su malhadado dueño.
(Jorge Lineya, Santiago de Cali, 2011)
DESNUDA
El aire transparente en
la mañana,
celebra el cuerpo de una
mujer desnuda.
El cielo al fondo en
ella se solaza dejándole
cortar el horizonte,
mientras la brisa
insiste en ser caricia y
el sol que brilla
la viste de
colores.
El día en la plenitud de su principio,
siendo un portento de
luz y de paisajes (donde
la vida encuentra
despiertos sus caminos,
para cundir multiplicada
y nueva),parece estar
dispuesto a ser tan sólo
el lienzo que adorna
el cuerpo de
una mujer desnuda.
Como una estatua en la
fotografía,
sobre un tocón en medio
de las aguas,
que se ven quietas para
acompañarlo,
se erige el cuerpo de
una mujer desnuda;
delgado, claro, con su
piel de cielo, dejando
que el hechizo de sus
formas deslumbren
con el fulgor de
un espejismo,
sobre el pálido blanco y
negro de su plano;
para
encender con su fuego las palabras:
cabello,
labios, hombros,brazos;
aroma, calor, sabor, exquisitez, delicia.
El tiempo mismo en el espacio
se detiene,
para extasiarse mirando
frente al lente,
el espectáculo de
perfectas armonías,
de las líneas que trazan
bajo el albor
de un sueño, la cima de
ese erótico
milagro , que trae el
cuerpo de una mujer
desnuda.
El rostro que sereno
mira a quien
lo observa, el tibio
seno que se perfila
escaso, la tersa espalda
girada levemente;
las curvadas caderas,
la marcada cintura,
y luego las soberbias
redondeces donde
la carne muda en
tentación y vértigo; sobre
los sobrios muslos que
cayendo,
hacia unos pies
que los sostienen firmes
(dentro del
estrecho
espacio
que los ciñe),
hacen la magia, cantan
la poesía,
que guarda el cuerpo de
una mujer desnuda.
Mis ojos que no
quieren evitarlo
(mis ojos que no pueden
evitarlo),
miran el cuerpo de una
mujer desnuda.
(Jorge
Lineya, Santiago de Cali, marzo 10 de 2012)
NÉMESIS
“El vicio más desesperado, es el vicio de la ignorancia que cree saberlo todo y se autoriza entonces a matar”. Albert Camus
A Silvia Angiola
El asesino sabe que Dios lo perdonará.
Él sólo hace lo que debe y la misericordia del Creador, según lo
consignan las Escrituras, es infinita: por eso cuando le dispara al
transeúnte con pasmosa tranquilidad, se persigna y da las gracias porque
hoy como siempre, logró matar, sin que nada ni nadie se lo impidiera.
Desde cuando empezó a sentir esa comezón
desesperante en su espalda y a ver esa costra blanquecina y reseca,
saliéndole en la piel de sus omoplatos, se dio cuenta que lo que estaba a punto
de ocurrirle era un milagro: alas. Las alas que con tanta insistencia y fe él
había pedido en sus fervorosas oraciones diarias: un par de plumosas
y enormes alas blancas, iguales a esas que
lucen las imágenes de los arcángeles que ornan las
iglesias, y no la simple psoriasis que le había diagnosticado apresuradamente
su médico de cabecera.
Hoy después del
crimen, su vida chapotea en la normalidad de la rutina, salvo por el inusitado
detalle de sus pies, los cuales de manera intempestiva se elevan unos
centímetros del piso últimamente, cuando va caminando igual
que ahora, haciéndole mover sus piernas en el aire como si empujara
los pedales una bicicleta invisible, desafiando torpemente el equilibrio,
y a punto de caer y darse de bruces contra el suelo: algo que lo emociona
sólo a él, quien es el único que lo nota desde hace meses( pero para
presenciar ese portento ni requiere, ni necesita de más testigos).
Cuando tenga sus extremidades de pájaro
grande lo verán perderse en el cielo después de cada trabajo sin
que logren perseguirlo ni sus culpas, porque en este mundo no hay
quien dude de las decisiones que se toman allá arriba. Nadie al menos que él
conozca.
(Jorge Lineya, Santiago de Cali, 1998)
COSTUMBRE
A mi querida amiga,Clara Diana Lavalle
El hombre tirado a lo ancho era un
obstáculo a salvar sobre el anden. Las colegialas que pasaban a esa hora de la
mañana prefirieron saltar el cuerpo a la altura de sus caderas y no
por encima la cabeza donde se hacía más fácil (la desconfianza por ese par de
ojos abiertos que parecían lo suficientemente vivos para ojear sin
pudor bajo sus faldas de escocesa, las hizo titubear), al extremo opuesto se
había formado un espeso y largo charco de sangre que podía enlodarles los
zapatos recién lustrados y limpios.
El hombrecito elegante de gafas, que
llegó después, en cambio, lo sorteó con una cautelosa zancada como si
temiera molestar el sueño de un durmiente y no el de un difunto y se ubicó de
frente, hacia los pies, balanceó la cabeza con maña de un lado a
otro, buscando quizás una perspectiva reveladora: hizo cara de incertidumbre.
Levantó escasamente los anteojos sobre su nariz, achinó los ojos, se
inclinó como un guale hacia el cadáver y negó convencido con un “no” rotundo,
que se le oyó como un dictamen definitivo. Luego se devolvió por donde había
venido hasta la orilla de la calzada, levantó la mano como quien saluda en la
lejanía y vociferó para el otro lado:
-— ¡No, no es!
La muchacha con una recua de párvulos
que lo esperaba ansiosa sobre la acera le dio las gracias sin gritar,
volvió la espalda y se extravió con su cola por la bocacalle mientras el fulano
miraba el reloj de su muñeca y le levantaba la mano a un taxi que se detuvo a su
señal, y se lo llevó rápido.
La señora del camisón que venía de la
tahona con una bolsa de leche y otra de pan para el tempranero desayuno, se
hinco ante el cadáver, puso sus paquetes al lado y empezó a buscar algo
en los bolsillos de la chaqueta, luego sacó junto con la billetera un
juego de llaves, se limpió la sangre de las manos en la ropa del muerto y
se incorporó de nuevo. En seguida buscó la puerta de la casa que estaba a sus
espaldas, metió las llaves en la cerradura y abrió fácilmente:
—Estas funcionan mejor que las mías—dijo
satisfecha, antes de entrar—Me tocó conseguir nuevo inquilino ¡Carajo! (refunfuñó
mientras cerraba la puerta tenuemente).Otro que se fue para el país de los
acostados y me quedó debiendo el último mes de renta, lo que le
dejaron en los bolsillos no cubre ni una semana. No la consideran a una
estos asesinos.
Los basureros del carro municipal de la
recolección, que hacían su ronda de limpieza, levantaron el cadáver con la
desidia que se recoge un bulto y lo echaron en la trasera junto con los
deshechos del día:
—En este barrio ya se hizo costumbre
levantar uno de estos en cada recogida— comentó desprevenido uno de los
hombres, mientras se encaramaba en el estribo trasero del camión.
—Debieran darnos por lo menos bolsas
especiales para estos casos-—dijo él otro.
El rítmico tañido de la campana del
furgón de la basura, empezó a llenar la mañana de un sonido metálico y
apremiante que invitaba a los vecinos a sacar sus desperdicios, mientras
cruzaba lentamente, adentrándose hacia el fondo de la vía.
(Jorge Lineya, Santiago de Cali, 1986)
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