De de “dado”.
De de “dedo”.
De de “Dios”.
Un dedo anónimo,
el dedo de un nuevo Judas,
el dedo de una mano incierta,
un dedo solo desde la sombra te señaló.
Un dedo oscuro apartado del
rebaño apretado de su puño,
buscó tu nombre, tu casa,
tu puerta y puso tu cabeza frente
al filo alabeado de su uña.
Tu cabeza pensante,
tu rebelde cabeza de pastor
que se empinaba airosa
sobre los muros del silencio,
y dejaba escapar verdades
como bandas de pájaros
por la ventana abierta de
tu boca.
Un dedo sólo,
Un solo dedo.
Un dedo omnipotente apretó el gatillo,
y liberó la bala que habría de
sembrarte
entre nosotros para siempre.
(Jorge Lineya ,Santiago de Cali 1988)
Otra de mis obras de juventud que sobrevivió a la quema.La poesía para mí puede ser un compromiso siempre y cuando(como decía Cortázar)no sea lo único,sino además sensibilidad y estética.
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